Esto no debería ser una sorpresa para ninguno de nuestros lectores. Después de la exposición al sol, fumar es uno de los mayores culpables de las arrugas de nuestra piel. La toxicidad de la nicotina y de los componentes del cigarrillo en la boca no solo produce líneas finas, sino que las toxinas en sí mismas pueden envejecer la piel. La nicotina en los cigarrillos causa el estrechamiento de los vasos sanguíneos en la piel, lo que lo hace más propenso a las arrugas porque los nutrientes vitales no pueden llegar a la epidermis. Si no te has planteado dejar de fumar hasta ahora, quizá este sea el momento.